Aptitudes no académicas

Kevin Carey

Objetivo: Describir las áreas de aptitudes no académicas que los niños ciegos requieren y que deben desarrollarse y controlarse

• Expectativas. El punto de partida con respecto a las aptitudes no académicas es que los padres, maestros y quienes cuidan al niño y principalmente, él mismo, tengan expectativas realistas que ni sobrestimen ni subestimen lo que se puede lograr.
• Medida. Los objetivos en cuanto a aptitudes deben plantear desafíos, pero nunca ser irrealizables. Una calibración adecuada es una condición previa necesaria de la autoestima.
• Destrezas sociales. La competencia más importante no incluida en el currículo formal, académico es la técnica social; el niño tiene que poder entender lo que se comunica y dar una respuesta socialmente aceptable.
• Habilidades orales. El ejercicio de destrezas orales presenta dificultades porque la mayoría de las personas no refinan sus declaraciones verbales de modo que el final de las mismas resulte obvio. Esto lleva a que los niños ciegos parezcan descorteses al interrumpir. Debe explicárseles esta dificultad a todos los niños con los que esté en contacto. Lo que dice quien no ve pude parecer duro a veces porque, por ejemplo, puede ser propenso a la abstracción; no ha visto un niño hambriento, ni asesinado ni un desastre natural. Por otra parte, es posible que esté mal preparado para tomar la iniciativa de hablar. Tanto la criatura ciega como sus pares deben entender esto. Es necesario enseñar las técnicas orales.
• Aspecto psicosocial. Lo que la gente describe como necesidad de desarrollo psicosocial no tiene nada que con la psiquis en sí. El problema que los niños ciegos enfrentan es, sin rodeos, que no ven y, por lo tanto, sufren un conjunto de desventajas que requieren soluciones prácticas, no psicológicas. Si la mayoría de los problemas prácticos se maneja bien, y si todas las cosas son equitativas, se mantiene el bienestar psicológico.
• Coordinación. Las pistas físicas con frecuencia son clave para la integración de las distintas partes del conocimiento y la conducta (por ejemplo, el alinearse o salir de una sala sin que se le indique).
• Desacuerdo. A los niños ciegos a menudo se les “prohíbe” el disenso, porque se lo confunde con un fallo en el desempeño.
• Hay que comenzar por darle al niño el beneficio de la duda.