Destrezas sociales: Comunicación, autoestima, cuidado personal

Objetivo: Comprender la importancia de las destrezas sociales para los niños con discapacidad visual

• Con frecuencia, los niños ciegos enfrentan dos tipos de respuesta de sus iguales y de los adultos, y ambas reflejan bajas expectativas: creer que son incapaces de hacer algo normal o atribuirles asombrosas habilidades. La primera conduce a la subestimación de capacidades, condescendencia, menosprecio y evasión; la segunda, produce una falsa sensación de bienestar y crea una mística que sugiere cualidades mágicas. Ambas son contraproducentes con respecto a la autoestima del niño.
• Los talleres para los compañeros y maestros del aula en los que se responden preguntas y demuestra cómo aprenden los niños ciegos, contribuyen a elevar las expectativas sin crear “superhéroes”.
• El desarrollo de las destrezas sociales comienza en la primera infancia y en la edad preescolar, pero tal desarrollo está en riesgo por la limitación de la observación visual y la imitación. Las destrezas sociales, sin embargo, se pueden modelar y los padres y maestros pueden enseñarlas.
• La concienciación acerca del propio cuerpo comienza en la primera infancia con juegos simples sobre sus partes como el juego de palmaditas . Conocer el cuerpo es comenzar a conocerse a sí mismo. Los hermanos y otros miembros de la familia no deben tener miedo de participar en juegos de pelea (ruidosos y ligeramente violentos) con el niño ciego porque estos le ayudan a conocerse.
• No se debe temer a la ceguera. Hay que proporcionar al niño oportunidades de interactuar con los demás en situaciones sociales, en la casa y fuera de ella, tales como saludar, darse la mano, jugar, esperar en una cola, comprar alimentos e ir al mercado. Responsabilidades como alimentar la mascota, ayudar con las tareas de limpieza y los quehaceres de la hora de las comidas o guardar los juguetes contribuyen a la autoestima y al sentimiento del propio valor. En la escuela, los niños ciegos tienen que participar en las mismas obligaciones que sus compañeros que ven y estar sometidos a las mismas normas de disciplina.
• Hay que tener en cuenta las creencias culturales que inhiben las expectativas de los padres con respecto a las actividades independientes por miedo a los accidentes. Los maestros del niño, la familia, los pares y compañeros deben trabajar en estrecho contacto para convencerse de la capacidad y potencial del niño.
• Uno de los principales factores que contribuyen a la aceptación social es la apariencia personal y el cuidado propio, por lo que hay que concentrarse en un aseo, higiene, maneras y vestimenta apropiados. Se deben enseñar los detalles sociales tales como evitar rascarse o toquetearse y una postura adecuada.
• Aprender a leer puede ampliar la brecha entre el niño ciego y sus compañeros de modo que conviene ser lo más amplio posible. A medida que madura, es necesario estimular sus destrezas de toma de decisión y alentarlo a abogar por sí mismo.