Objetivo: Alentar a los niños a hacer uso de la visión que tengan
Este módulo es desarrolla el contenido del 6.
Nuestro cerebro es el que interpreta lo que vemos. Por esta razón, la experiencia y la familiarización con una situación o entorno pueden mejorar la comprensión de lo que se ve, aunque no pueda haber un cambio físico.
El desarrollo visual es un proceso de maduración a medida que el niño logra más experiencia en cuanto a la discapacidad visual y adquiere conceptos y esquemas cognitivos. El enfoque educativo se basa en la experiencia y explicaciones. El maestro no sabe realmente lo que experimenta visualmente el niño, por más a fondo que practique la EFV (Módulo 4). Sin embargo, con observaciones repetidas se llegan a reducir las suposiciones acerca de la capacidad visual del niño y aumenta la comprensión.
Como cada niño tiene experiencias visuales diferentes, los educadores no están en situación de hacer suposiciones acerca de lo que el estudiante puede hacer o no desde el punto de vista visual. Mejor que presionarlo para que use la vista, es dejarlo demostrar lo que puede lograr. Las claves son siempre observar y analizar.
La habilidad visual sigue una secuencia o un desarrollo simultáneo (ver, en inglés, Low Vision Online y la información proporcionada por la Asociación Catalana de Optometría y Terapia Visual en http://www.acotv.org/es/area-visual/16-habilidades-visuales.html):
La atención, lleva a la concienciación y esta, a la comprensión
La identificación de luces, pasa a la de personas/caras y luego, a objetos
Fijación o foco, evoluciona al seguimiento o rastreo
De visión de cerca (próximo al cuerpo), se pasa a la de lejos (distanciado del cuerpo)
De lo periférico, se llega a lo central
De ver partes, a ver el todo
De lo simple, a lo complejo
De Lo grande, a lo pequeño (detalles gruesos, detalles finos)
De objetos concretos (reales), a representaciones bidimensionales y a dibujos lineales
Los dispositivos de baja visión, incluidos los que se pueden comprar en los comercios locales (tales como lupas o binoculares) pueden ayudar tanto en tareas de cerca como de lejos (ver Módulo 21).
La conciencia de luz y su percepción son útiles para la movilidad y el desplazamiento; se debe utilizar la luz natural para determinar la dirección. Recibir luz después de caminar junto a edificios puede advertir que se trata de un cruce. El cambio de equilibrio entre la luz natural y artificial y de la posición del niño en relación a esto pueden dar resultados positivos.